Pisar, asfalto, escoger zapatos que te aíslen del frío. Mover los brazos, recordar tener hombros, espalda, rodillas. Cargar el peso de la ropa que nos inventamos. Cerrar los puños para agarrar objetos que no son nada pero absorben eso que necesitamos decir mientras atravesamos las mismas calles que otros días nos llevan a lugares donde somos lo.a.s mismo.a.s pero... domesticado.a.s.

Marchar. Pasar al cuerpo el desacuerdo.

-“¿Hasta donde van?”
Hasta que nos vean.